Balística de armas portátiles

La Balística es la disciplina que tiene por finalidad establecer las formas más adecuadas y seguras de verificar los indicios derivados o relacionados con armas de fuego, neumáticas y de proyección portátiles. Los peritajes y asesorías en este tópico están enmarcados en la Ley Nacional N° 20.429/73, "Ley Nacional de Armas y Explosivos", modificatorias y complementarias, así como en la doctrina y jurisprudencia disponible respecto de tenencia, portación y el uso de armas como agravantes de otros delitos.

• Si el artefacto es un arma de fuego: uno de los puntos más controvertidos en instancia penal, desde el punto de vista de la teoría del caso, lo constituye el punto más básico de Balística integral de armas: si el artefacto examinado es o no es un arma de fuego. La definición legal habla de arma de fuego en los casos en que el dispositivo utilice los gases producto de la deflagración de la pólvora para proyectar un elemento lesivo a cierta distancia y con cierta precisión. Estos tres puntos (usar pólvora; proyectar un objeto; cierta precisión) son los que deben probarse para romper el principio de inocencia del imputado. 

• Residuos de disparo en el tubo cañón (1): para acreditar que un artefacto ha sido utilizado como arma de fuego se suelen practicar ensayos químicos orientativos, en búsqueda de residuos de pólvora. Si bien en armas propias este punto puede parecer innecesario (las armas propias dan positivo a residuos de pólvora, aunque hayan pasado muchos años desde el último uso efectivo), resulta fundamental para probar el primer punto que define un arma de fuego en armas impropias, como las no industrializadas (caseras, hechizas, tumberas), las modificadas, las réplicas, las de utilería y aquellas cuya aptitud para el disparo no pueda tenerse por acreditada.

• Aptitud para el disparo de un arma de fuego (2) (3): suele determinarse este punto verificando la integridad física del artefacto, de sus partes constitutivas y, en algunos casos, del funcionamiento mismo del arma con y sin carga propelente y/o bala. En este sentido, la controversia surge al considerar la sola percusión como requisito para concluir que un arma es apta para el disparo (cfr. Locles, 2003; Ferreyro, 2007; Guzmán, 2011), situación que supone el peor escenario posible para el acusado en lugar de dar lugar a la duda razonable, en beneficio del reo.

• Identidad de un arma, sus proyectiles y sus vainas: ofrecemos la posibilidad de actuar como veedores y peritos de control en la identificación de las señales dejadas por el percutor, espaldón y demás elementos constitutivos del artefacto. Este punto de pericia suele estar vinculado a la adjudicación de disparos a uno o más tiradores, en función de los indicios hallados en el lugar del hecho, confrontándolos con el material sospechado, registrado o en posesión del encausado. Resulta importante, en estos casos, el buen entrenamiento del perito para reconocer y diferenciar complejos estriales primarios, secundarios y terciarios.

• Distancia de disparo: a través del estudio de las distintas características dejadas en las prendas, heridas o mampostería,  es posible determinar la distancia aproximada a la que se realizó un disparo con arma de fuego o, en su caso, descartar una distancia. A través de la revisión de peritajes y el control de parte, es posible evitar errores de interpretación en peritajes oficiales o simplificaciones de escenarios, perjudicando al imputado y/o vulnerando el principio de inocencia. Estos estudios pueden marcar la diferencia entre un homicidio intencional o accidental; descartar un tirador en un enfrentamiento; determinar la posición relativa tirador-superficie de impacto (victima-victimario; victimario-objeto).

• Determinación de la trayectoria: a partir del estudio de la morfología externa de impactos sobre cualquier superficie, se puede determinar la trayectoria posible y origen de los disparos, así como descartar un posible tirador, en función de su ubicación en un escenario dado. Resulta fundamental, en este punto, la realización de disparos testigos, ya que las morfologías descritas en la bibliografía suelen basarse en modelos teóricos, muy alejados del comportamiento real de los proyectiles de armas de fuego. En este mismo sentido, se pueden comprobar rebotes intencionales o accidentales, situación que puede ser determinante en la intencionalidad del daño o muerte producida por los impactos.

• Fuerza necesaria para producir el disparo (Celocidad): este interrogante pericial apunta a determinar la fuerza que es necesario aplicar a la cola del disparador para producir el disparo. Comúnmente alegado en casos de disparo accidental, puede marcar la diferencia entre la culpa y el dolo. Los conceptos físicos que encierra la determinación de una magnitud física vectorial, como lo es la fuerza, ha sido mal interpretado en el pasado, induciendo a errores de interpretación cuando se habla de los kilogramos necesarios para accionar un arma de fuego (cfr. Locles, 2003)