Balística Forense. Introducción.

Originalmente publicado en septiembre de 2009. Actualizado en enero de 2020

Como ha quedado dicho, entiendo a la Criminalística como la ciencia que tiene por objeto de estudio los indicios físicos relacionados con investigaciones criminales y que tiene por finalidad establecer las formas más adecuadas para su descripción, la determinación de los procesos y mecanismos que intervinieron en su producción, así como para la identificación de las personas involucradas. Dentro de ella, la Balística Forense es la disciplina que tiene por finalidad establecer las formas más adecuadas y seguras de verificar los indicios relacionados con armas de fuego portátiles, armas neumáticas, de proyección, imitaciones, réplicas y utilería relacionada.

Algunas definiciones previas

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española (RAE, 2014) un arma es todo instrumento, medio o máquina destinados a atacar o a defenderse. Algunos autores especifican que tales dispositivos, en esencia, sirven para aumentar el poder lesivo o defensivo de las personas. De este modo, surge la primera gran clasificación de las armas: armas de ataque -tales como espadas, pistolas, cañones- y armas de defensa -tales como escudos, armaduras, chalecos antibala-. Junto con ella, la segunda gran clasificación, muy importante de entender en Criminalística: armas propias y armas impropias.

Las armas propias son aquellas construidas con la finalidad de causar daño o protegerse de uno; ejemplo de ellos serían las pistolas, los cuchillos de combate militar, vidrios de protección, placas de seguridad para automóviles. Por su parte, las armas impropias son elementos que no fueron creados o diseñados con la finalidad de cometer una lesión o defenderse, pero que fueron utilizados con ese fin; ejemplo de ello sería un cuchillo de cocina usado para apuñalar a alguien, un bate de béisbol con el que se golpea a un agresor, una placa de hierro soldada a un vehículo con el fin de evitar que los proyectiles penetren en el habitáculo del conductor. Como se ve, mientras que las armas propias lo son por definición, para que un arma impropia sea considerada arma debe estar descrita en una situación de uso que la defina como tal.

De acuerdo al marco normativo vigente en Argentina (Ley Nacional Nº 20.429/73, Decreto Reglamentario Nº 395/75, modificatorias y complementarias), un arma de fuego es aquel artefacto o dispositivo que utiliza los gases producidos por la deflagración de la pólvora para arrojar un proyectil a distancia, siendo las armas de fuego portátiles aquellas que están diseñadas para ser utilizadas por una sola persona, sin auxilio de otro operario, mecanismo o dispositivo.

Arma de fuego, portátil, de mano, tipo revólver. Cal. .32

Por arma de proyección se debe entender a aquellas que se caracterizan por arrojar algún tipo de proyectil, ayudadas por un mecanismo físico, ya sea una persona o un artefacto. En este sentido, cuentan con dos elementos: uno que es proyectado y otro que es el que proporciona la fuerza para que esto ocurra. Dentro de esta especie, tenemos los arcos, ballestas, ballestines, cerbatanas, hondas/gomeras.

Arma de proyección, tipo arco compuesto

Las armas neumáticas son aquellas que utilizan la energía producida por el desplazamiento de aire o gas. Esta energía puede ser provocada por un pistón alojado en su interior, cuando es liberado (aire comprimido) o por encontrarse en forma potencial en un envase o garrafa que contiene gas carbónico (gas comprimido). Este último tipo de armas no tiene limitaciones de fabricación, venta y compra en Argentina, conocidas comercialmente como marcadoras de Airsoft y marcadoras de Paintball.

Marcadora Airsoft 6 mm y su alojamiento de garrafa

En este sentido, vale considerar el concepto réplica de arma de fuego (Res. ANMAT N° 135/18), entendiéndose por tal a las armas de fogueo que poseen similitud morfológica y de accionamiento con las armas de fuego y que producen un efecto sonoro y visual producido por la deflagración de los gases de la pólvora debido a la percusión de cartuchos cargados con materiales controlados. La mencionada norma establece que los artefactos que disparan proyectiles mediante la utilización de aire o gas comprimido accionado por un dispositivo eléctrico (Marcadoras de Airsoft y Marcadoras de Paintball) no son réplicas de armas de fuego, ni armas de fogueo.

Finalmente, conviene señalar que la Ley Nacional N° 25.882/04 introduce el concepto de arma de utilería al Código Penal, pero aún no existe normativa reglamentaria que establezca una definición de las mencionadas, sustituyendo los conceptos doctrinales de arma falsa y arma de juguete (Figari, 2010).

Balística forense y sus ramas

De acuerdo con Cibrián Vidrio (1998), Balística es la parte de la Mecánica Física que estudia el movimiento y características del comportamiento de los proyectiles, así como de los fenómenos que los acompañan. En tal sentido, Guzmán (2011) recuerda que el término proviene del latín «ballista», un arma de asedio similar a la catapulta, utilizada en Europa desde la antigüedad clásica hasta la llegada del cañón en el siglo XV.

Ilustración de una ballista

Según la Policía Nacional de Nicaragua (2013), la Balística Forense es la disciplina de la Criminalística, encargada de analizar los fenómenos físicos y químicos que se presentan en las armas de fuego, así como de todos los elementos que contribuyen a producir el disparo, de los efectos y daños que éstos causan en las barreras y durante la trayectoria del proyectil.

La forma más tradicional de dividir a la Balística, según el momento del disparo (Moreno González, 1998: 19-20), reconoce tres especialidades.

La Balística Interior se ocupa del estudio de todos los fenómenos que ocurren en el arma a partir del momento en que la aguja percutora golpea el fulminante del cartucho, hasta que el proyectil sale por la boca de fuego del cañón. También se ocupa de todo lo relativo a la estructura, mecanismo y funcionamiento del arma de fuego [...]
La Balística Exterior estudia los fenómenos a que ocurren al proyectil desde el momento en que sale del arma, hasta que da en el blanco [...]
La Balística de Efectos estudia los daños producidos por el proyectil sobre el objeto apuntando u otro que el azar determine.

Por otro lado, según el tipo de tareas que deben realizarse, otros autores (Moreno González, 1998; Bonilla, 2019) dividen a la Balística Forense en otras partes o secciones:

Balística integral de armas: o Balística general, también llamada Balística identificativa, comprende los conceptos y técnicas destinadas a la descripción taxonómica de las armas y sus municiones, desde sus aspectos generales hasta las particularidades derivadas del uso o mal uso de tales elementos.
Balística de campo: es la parte de la Balística que trata la investigación en el lugar del hecho. Comprende la descripción de las tareas de búsqueda, recolección y envío de evidencias, indicios y vestigios en las condiciones más idóneas para la ulterior realización de los estudios pertinentes en cada caso, a realizarse en el gabinete o laboratorio.
Balística comparativa: se trata del estudio microscópico comparativo que se efectúa con los elementos incriminados y los elementos testigo, para determinar si fueron disparados y percutidos por un mismo arma de fuego.
Balística reconstructiva: comprende todos los estudios que el investigador balístico debe realizar, apoyado en los dictámenes de otras especialidades que hayan intervenido, para llegar a conclusiones que indiquen la posición víctima - victimario, distancia a la que se hicieron los disparos, número de armas que participaron en un hecho, y poder realizar una reconstrucción de los hechos.

El investigador balístico, entonces, para cumplir eficazmente con su trabajo, debe tener amplios conocimientos de armas y su funcionamiento, sobre la búsqueda sistemática de indicios balísticos, así como de las técnicas empleadas para la comparación de proyectiles, vainas y sobre la detección de residuos de disparo.

Referencias

Bonilla, C. (2019). La investigación criminal. Buenos Aires: Editorial Autores de Argentina.
Cibrián Vidrio, O. (1998). Balística técnica y forense. México DF: Edición del autor.
Figari, R. (2010). El concepto de “arma de utilería” (art. 166 inc. 2º, 3º párr.). Consultado on-line en http://www.rubenfigari.com.ar/el-concepto-de-arma-de-utileria-art-166-inc-2%C2%BA-3%C2%BA-parr/
Guzmán, C. A. (2011). Manual de Criminalística (Segunda edición ampliada y actualizada). Buenos Aires: Euros Editores S.R.L.
Policía Nacional de Nicaragua. (2013). Manual de Balística Forense. Managua: Proyecto de Fortalecimiento de la evidencia física para mejorar el acceso a la justicia penal.
Moreno González, L. (1998 [1979]). Balística forense. México DF: Editorial Porrúa.
RAE. (2014). Definición de arma. Disponible on-line https://dle.rae.es/arma
RENAR. (2001). Manual de identificación y rastreo de armas de fuego (MIRAF) (Versión 03). Buenos Aires: RENAR.

Para citar esta entrada de Blog:

Sosa, Carlos. (2007). Balística Forense. Introducción. Consultado en Principio de Identidad: https://principiodeidentidad.blogspot.com/2020/01/balistica-forense-introduccion.html [Fecha de consulta]